¡MAÑUNGO! ¡ MAÑUNGUITO!
EL OFICIAL LO SALUDÓFRÍAMENTE.
AL CAMPESINO SE LE CAYERON LOS BRAZOS.. LE PALPITABAN LOS MÚSCULOS DE LA CARA.
EL TENIENTE LO SACÓ CON DISIMULO DEL CUARTEL. EN LA CALLE LE SOPLÓ AL OÍDO : QUÉ OCURRENCIA LA SUYA...! ¡VENIR A VERME...!! TENGO SERVICIO ... ¡¡¡NO PUEDO SALIR!!!.
Y SE ENTRÓ BRUSCAMENTE.
EL CAMPESINO VOLVIÓ A LA GUARDIA, DESCONCERTADO, TEMBLOROSO. HIZO UN ESFUERZO,SACÓ LA GALLINA DEL CANASTO Y SE LA DIO AL SARGENTO.
TOME;PARA USTED, PARA USTEDES SOLOS.